"Nuestras emociones pueden ser nuestra mayor fortaleza o nuestra peor debilidad. Todo depende de como las manejamos."

¿Cómo ayudar a los niños a entender y manejar sus emociones?

Todas las emociones nos ayudan a enfrentarnos a las situaciones que nos ocurren en nuestra vida. En muchas ocasiones rechazamos las emociones “negativas” que tenemos, intentando bloquearlas o negarlas. La censura de estas emociones solo nos hace mas vulnerables a ser controlados por ellas. ¿Cuántas veces le hemos dicho a un niño “No estés triste, que no pasa nada”?¿O “No te enojes, que no te va a servir de nada”? “No deberías sentirte triste.. hay personas que no tienen ni que comer…”

Estos comentarios invalidan y tienden a enojar o entristecer más al niño. ¿Cómo nos sentiríamos si estamos enojados y nos repiten que no nos enojemos? Probablemente más enojados y reactivos.

Los niños no saben qué son las emociones, cómo se llaman ni qué pueden hacer con ellas; las sienten de una forma muy intensa y no las saben expresar, es por esto que los berrinches en las edades de 2-4 años son muy comunes y tienden a disminuir conforme crecen. Los padres juegan un rol importante al enseñarle al pequeño a entender y manejar sus emociones.

Los niños/niñas que entienden y controlan sus emociones son más felices y se adaptan mejor a su entorno. Es importante disciplinar con empatía y respeto pero con límites claros y consistentes. A continuación compartimos 5 medios para su contención:

5 Consejos Anti-Berrinche: De la Desesperación a la Conexión.


1- Nunca perder el control: Es importante conservar la calma y evitar gritar y pegar.  Cuando un niño pierde control de sus emociones, es importante que el adulto no lo haga, más bien el adulto debe de ayudar al niño a volver a la calma.


2- La conexión es la clave: La conexión calma a los niños y los cambia de reactivos a receptivos. Es importante escuchar y validar sus emociones (fijarse en las emociones de los niños, pensar qué estarán sintiendo). Ej: Ponernos a su altura y usar el contacto físico.

3- Empatizar: Enseñarle a expresar sus emociones a través de las palabras le ayudara a entenderlas mejor: Ej: “Corrígeme si me equivoco pero estás triste, ¿verdad?”, si está enojado comentar: “Parece que estás muy enojado” o frustrado, ¿Te sientes frustrado verdad? A veces cuesta mucho esperar...

El hecho de ponerle lenguaje a las emociones, inmediatamente hace que el niño se sienta más en control. De esta forma convertimos lo incontrolable en controlable. Las emociones son como las olas, vienen y van, a veces son altas a veces son bajas, al reconocer las olas de nuestra vida podemos evitar reaccionar de forma automática y aprender como navegarlas.



4- Posterior a conectar, se puede trabajar la conducta: Podemos aceptar y validar las emociones del niño y a la vez no aceptar su manera de comportarse. Ej: Entiendo que ahora mismo estas muy enojado con tu hermano, pero vamos a buscar otras formas de expresarlo. Ej: ¿Qué podrías hacer la próxima vez que te enojes tanto?

Algunas herramientas útiles son: Respirar profundo, dibujar, colorear o rayar en una hoja, golpear una almohada, utilizar las palabras para explicar como se sienten, pedir un abrazo, contar hasta 10, entre otras.

Pueden enseñarle herramientas que fueron útiles para ustedes “A mí también me pasaba cuando era pequeño. Te contaré algunas cosas que me ayudaron a mi cuando tenía tu edad”.

5- Mantenerse firme: Es importante no ceder a sus deseos causantes del berrinche: Tiene que aprender que de esta manera no va conseguir las cosas que quiere.

Lo más importante es que estas técnicas fomentan conexiones cerebrales relacionadas con destrezas emocionales como habilidades de afrontamiento positivas y de manejo de sus emociones que les servirán ahora y a lo largo de toda su vida.

 “Al menos un 80% del éxito en la edad adulta proviene de la inteligencia emocional”.-Daniel Goleman.

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Libros recomendados:

“Disciplina sin lágrimas” de Daniel J. Siegel y Tina Payne Bryson. Los autores explican cómo establecer conexión con el niño, redirigir emociones y convertir un berrinche en una oportunidad para crecer. A Daniel J. Siegel se le conoce también por el libro “El Cerebro del Niño” y "Tormenta Cerebral. El Poder Y El Propósito Del Cerebro Adolescente"

“Tranquilos y atentos como una rana. La meditación para niños...Con sus padres”

La autora ha basado sus técnicas en el método de mindfulness desarrollado por Jon Kabat-Zinn. Los resultados han demostrado que los niños que practican estos ejercicios duermen mejor, están más concentrados y serenos y se sienten más seguros.

Referencias:

Siegel, D. J. Y Bryson, T. P. (2015). Disciplina sin lágrimas. Una guía imprescindible para orientar y alimentar el desarrollo mental de tu hijo. Barcelona, España: